domingo, 28 de noviembre de 2010

Broken in

Por favor, pulsen al PLAY para entrar en situación





Sábado noche e invitación de uno de los housemates al concierto de uno de sus grupos en un bar de Camden Road. Por primera vez salíamos todos los habitantes de la casa a tomar algo, y esta vez nos reuníamos en The Unicorn. Concierto divertido, aunque peculiar por tener su grupo creo que unas 6 guitarras y dos bajos, además de la batería y el cantante.



Cervecita y cocacolita por aquí y por allá, hasta que sobre las 12 de la noche dieron el campanazo de Last Call, y nos fuimos, unos a casita y otros a seguirla por Camden Town. Los que nos fuimos a casita de vuelta, por el horrible frío de -4ºC en la calle, tomamos el autobús 29 para no morir por el camino. Llegando a casa, al doblar la esquina, e ir a entrar a casa, nos encontramos la puerta abierta. Justo cuando íbamos a entrar, dos de nuestros compatriotas, que venían en bici, nos gritaban: "No entréis!!!!!!!". En un giro rápido de cabeza, justo para verlos a ellos, pudimos comprobar que no estaban solos. Les acompañaba una ambulancia y un coche de policía. WTF??

Por un lado, en el parque de al lado, habían apuñalado varias veces a un chico de 16 años, que afortunadamente estaba fuera de peligro. Por otro lado, otra pareja de policías acompañaba a nuestros compañeros de piso para entrar a nuestra casa, porque por lo visto, al llegar ellos primero, se la habían encontrado abierta. :o :o :o

Los amables policías entraron en la casa, linterna de CSI en mano, a inspeccionar todas las habitaciones, y además de comprobar que no había ningún habitante ajeno raro, de paso comprobar que no faltaba nada. Imaginad los mini-infartos de cada uno de nosotros pensando en las 8 habitaciones de la casa, cada uno con por lo menos un portátil y pensar que ya no estarían. Tras un par de minutos, bajaron los coppers por las inclinadas escaleras dándonos buenas noticias. Nadie en la casa y guitarras y portátiles intactos en cada una de nuestras habitaciones. Una vez dentro, y ya fuera de peligro, nos pusimos a inspeccionar todas las estancias de los presentes y no presentes, para comprobar que efectivamente no echábamos nada en falta.

Lo gracioso también de la situación es que nuestros compañeros que habían llegado antes, pidieron ayuda a los policías de la escena del crimen del apuñalamiento, aunque lamentablemente, como estaban ocupados en ese caso, no se podían mover de la zona para acompañarles a ellos a comprobar la casa. Sin embargo, muy amablemente accedieron a llamar a otra patrulla, que acudió en seguida, que fueron los que finalmente entraron con nosotros. Afortunadamente la comisaría de policía está a un par de manzanas de nuestra calle, y creedme que lo sabemos, porque escuchamos las sirenas durante todo el día.

Una vez se pasaron los pequeños ataques de ansiedad comenzamos a analizar la situación. La cerradura no estaba forzada, pero si es cierto que no solemos cerrar la puerta porque siempre queda alguien en casa. A esto hay que sumarle que la puerta tiene un sistema de una palanquita que si queda incorrectamente inclinada, la puerta parece que cierra, pero con un simple empujón se abre sin problemas. Y muy probablemente pasó esto.

Así que nada, primera experiencia de puro mal rollo pasada en Londres, que afortunadamente nos ha servido para darnos una buena lección. Cerrar la puerta, comprobar que la puerta no queda abierta al salir de casa, y dejar nuestras habitaciones cerradas con llave, por si las moscas.


Pensaba comenzar el post comentando que por fin, tenemos horno nuevo en la casa. A pesar de tener cocinas, uno de ellos llevaba roto desde que llegó a esta casa, y desde septiembre, cada 15 días, venía un "ingeniero" a tratar de arreglarlo, pero le llevaba 15 días venir con la pieza correcta. Casi 3 meses para arreglar un horno defectuoso, que ha dado como resultado por fin, levantarnos esta mañana a las 8 de la mañana a recibir uno brand new, por fin. Ahora sólo falta que nos arreglen la puerta del otro.


miércoles, 24 de noviembre de 2010

Ginger Ale

Caminando desde casa hasta Finsbury Park la primera vez ya me llamó la atención aquel edificio tapiado, con pinta de antigua cervecería, con una capa de pintura azul curioso y con madera de contrachapado en las ventanas con caras de colorines. Y ya sospechaba yo que tenía algo de inusual aquello, y sobretodo, de reliquia. Hasta que finalmente ayer me decidí a fotografiarlo y a indagar un poco más sobre el tema.





Meux's Original London Stout dicen las dos insignias de los lados, con la capa de re-pintura azul.

Investigando un poco, resulta que Meux era una marca de cerveza, concretamente Meux's Brewery Co Lt. Original de Londres, fundada en 1764. La compañía compró una cervecería, la Horse Shoe Brewery en el cruce entre Tottenham Court Road y Oxford Street, que por cierto, si bien recuerdo, ahora hay un Dorothy Perkins o alguna megacadena famosa. Lo curioso de esta cervecería, es que en su interior poseía una cuba gigante de casi 7 metros de alto, con capacidad para unos 3500 barriles de cerveza. En un momento dado, en 1824, supongo que uno de los amarres de semejante mole de cerveza falló, haciendo caer el contenido de la enorme cuba por el suelo y por tanto por la calle y los edificios cercanos. Hubo muertos por ahogamiento, por caida de escombros y hasta por embriaguez, según la Wikipedia. Tal fue la magnitud del desastre, que no tenían fondos suficientes para hacer frente a las consecuencias y acabaron cerrando el negocio para siempre.

Así que Meux, tipiquísima cerveza negra original Londinense se fue al garete. Cerveza que mató a 8 personas por ahogamiento, se vendía antiguamente en mi barrio.

Y es que mi barrio, a pesar de la sordidez quizá de sus habitantes, muchos de ellos borrachos, desempleados, madres adolescentes maleducadas y esos que hablan solos por la calle, fauna en general diversa que acude a comprar a Morrisons, hace que el barrio tenga más gracia. Porque sales a comprar, y tienes 5 kilos de cebollas por 1 libra y media en un supermercado turco, puedes comprar frambuesas baratísimas en un mercadito griego, tenemos carniceros musulmanes y dos Poundland seguidos para que no nos falte de nada. Porque ante todo, vivimos nosotros, los habitantes de la modesta casa de Isledon Road, que somos una pequeña familia y disfrutamos de una conveniente parada de autobuses justo delante de la puerta, y a menos de cinco minutos, Picadilly y Victoria lines, para que nunca nos falle el transporte de Londres.

Porque sí, ya somos una pequeña familia.

Pero seguimos con el otro lado de la calle, la historica Holloway Road. Calle que podría pasar sin pena ni gloria a los ojos de un turista de una semana, pero que resulta que es una de las principales arterias de la ciudad. Forma parte de la A1 y comunica con el Norte del país. Vendría a ser una A1 de Madrid, como una autopista de Barcelona o de A Coruña. Holloway Road, supuestamente llamada así por ser Hollow, es decir, profunda, aunque existen otras teorías. Cruza con Camden Road, que quién me lo iba a decir, pero vivo a tiro de piedra del famoso barrio de moda. Road que datan de 1300 aproximadamente y sube hasta Archway. Y resulta que sí, la propia estación de Holloway Road formaba parte de la colección de estaciones diseñadas (de nuevo) por Leslie Green. Estación que por cierto, se diseñó con el propósito de colocar una escalera mecánica en forma de espiral, a modo experimental y totalmente innovador para la época, y bueno, para ahora también lo sería. Lamentablemente, no se terminó de llevar a cabo.





Hacia abajo se llegaría hasta Highbury & Islington, comienzo de la zona bien ya cercana a Angel y cuyo público ya deja de ser tan peculiar como en el mio. Su antigua estación también tenía historia ya que la destrozaron en un misilazo durante la guerra en el 44, y la terminaron de tirar en los 60 para construir la Victoria Line. Una pena que sólo quede la fachada.



Siento la chapa hermanos.

lunes, 22 de noviembre de 2010

When the sun goes down

Hice la promesa de no ponerme mala en toda mi estancia londinense, al menos la primera etapa, pero lamentablemente no he podido cumplirlo. Hoy he salido a la calle después de día y medio de delirio casero y de sonambulismo pijamil. Hay que decir que el tiempo tampoco está acompañando mucho como para ir a hacer picnic al parque, pero tampoco tenía cuerpo de Ice Rinks. Es lo que tiene pasear un sábado por la mañana por Southbank. Humedad de esa que cala hasta los huesos y brumilla en el horizonte, pero conseguimos llegar a Borough Market, uno más de los de mi lista y que por fin puedo tachar.

Curioso el mercado este, parada de metro de London Bridge, a la derecha del Tate Modern, se trata de un mercado de alimentos en general. El caso es que como ya había mencionado antes, este mercado se caracteriza por sus productos artesanos, caseros y orgánicos. Tomates de formas raras, paté de setas y quesos unos encima de otros formando pequeños rascacielos. Faisanes y liebres colgados sin desollar, granola de todos los colores y vino caliente para no morir de pulmonía. Toda una experiencia para todos aquellos que seais amantes de lo curioso y la gastronomía y que afortunadamente, contradice el rumor de que los ingleses comen mal. Falso es, comen y pueden comer muy bien, pero efectivamente, puede salir un poco caro, pero es una gozada ver tanta variedad de cosas raras.






Tras el helador frío de la mañana, visita de nuevo a la Tate Modern para poder ver con mis propios ojos el campo de pipas. Impresionante imaginar el número probable aunque aproximado de pipas de porcelana por metro cuadrado y pensar que TODAS están hechas a mano.

Curiosity Cola en mano y Millenium Bridge cruzado, dirigí mis pasos hacia el Twinings Museum, o para entendernos, la Flagship, que me decepcionó un poco por su tamaño y porque no les quedaba más de mi amado y raro Ginger + Lemon tea. Tienda estrechita.




Y un poquito más adelante, buscando, logré encontrar la antigua Aldwych / Strand Station, que vendría a ser un equivalente de la estación de metro de Chamberí en Madrid, ambas cerradas por poco número de commuters y por lo cercana que estaba a otra estación. Quería verla por la curiosidad histórica y porque forma parte de uno de mis proyectos fotográficos nuevos, el de Leslie Green.



Muy cerca de la difunta estación, Somerset House, que yo decía que me sonaba, pero no sabía de qué. Lugar de la London Fashion Week (de esto me enteré al llegar a casa), en estas fechas alberga uno de los famosos Ice Rink de London. Y cuando pensábamos que nos habíamos colado dentro del edificio sin permiso, nos encontramos con una pequeña exposición del trabajo de Matthew Williamson y otra pagada de Dior. Es lo que mola de esta ciudad, que entras por equivocación en un sitio y acabas viendo algo que no te esperabas.





Para completar el dia y agravar mi potencial dolor de garganta y posterior Cold legendario, acudimos por fin al London Transport Museum, al que recomiendo enormemente ir. A diferencia de los otros monstruosos museos de la ciudad, en este hay que pagar, pero a pesar de las 10 libras con carnet de estudiante, podemos entrar a el durante todo el año, por lo que el coste se reduce bastante. Vagones antiguos de metro, olor a viejuno, fotos del pasado y fun facts de London. Una pasada y mucho más la tienda. Miles de libros para frikis como yo con todo lo relacionado con Londres, su transporte y la guerra.






Siete de la tarde y ya me quería morir. Pero para evitar la muerte, no hay nada mejor que una buena sopita inglesa de M&S o de Morrisons en su defecto, acompañado de una noche de bonding con los flatmates en el salón de la casita riéndonos todos juntos y contando historias para no dormir.

Lo se, doy asco, cada dia pongo menos palabras en español, pero por otro lado... de eso se trata.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Chicken Wing

Y todo surgió cuando encontré una bandejita de jamoncitos de Free Range Chicken en las estanterías de carne fresca de Morrisons. Que tras llegar a casa y ponerme a deshuesarlos, decidí que sería buena idea trocearlo junto con un puerro, y cuando me quise dar cuenta, el arroz basmati ya se estaba cociendo. Sin proponérmelo, la salsa de soja comprada en Tesco se asomaba por la tapa de la estantería, como queriendo decirme algo. Si señor, me había inventado una nueva receta.

Y os lo cuento desde mi pequeña habitación en forma de barco, con un café humeante recién hecho a mi lado, mi vela ilegal de Ikea encendida, y la pequeña estufita tratando de quitarme el frio que tengo en el cuerpo, a pesar de que son todavía las 16:40 de la tarde, pero ya está todo oscuro.

Con el mes que llevo aquí he aprendido a familiarizarme con la Kettle. Herramienta indispensable para todo inglés y que es prácticamente desconocida en España o en el resto de Europa, y que también forma parte de mi entrenamiento como futura buena inglesa y parte de las herramientas del ya mencionado Blend In. Electrodoméstico con el mecanismo más simple que un chupete ya que en el fondo no deja de ser una jarra grandota con una resistencia que caliente increiblemente rápido el agua. Y el caso es que no la necesitas en tu vida hasta que tras un par de usos descubre que no puedes vivir sin ella, y dejas de lado al microondas. De la mano de la Kettle viene el gran protagonista de estas tierras, el Té y comprendes la razón de su gran consumo. Cuando llegas a casa con el frío calándote en los huesos porque la umbrella no te ha servido para nada con el vientecito maldito, necesitas algo caliente en el cuerpo, pero sabes que las dosis de café deben tener su límite a lo largo del día, por tanto, la otra opción siempre será el Té o las infusiones. Y con qué calentamos el agua? Muy bien, con la Kettle. Taza por la mañana, taza tras la comida, taza tras la merienda y seguramente otra por la noche antes de dormir. Eso solo se aguanta tirando de tes e infusiones.



Algunos ya lo sabíais, pero desde hace unas semanas comencé lo que he titulado el Tube Project, que consiste en sacar una foto a todas las placas de nombre de los metros por los que paso, de alguna manera, haciendo de representación de las zonas de Londres que voy conquistando y ya conozco. Supongo que al final del proyecto, cuando consiga completar todas las estaciones de las zonas 1 y 2, trataré de hacer algún collage chulo con la geolocalización de todas las estaciones.



Otro proyecto fotográfico que me ha venido a la cabeza es también relacionado con el metro de Londres, pero en este caso, se trata de fotografiar las fachadas de toda aquella parada diseñada por Leslie Green, arquitecto icónico de principios de siglo XX encargado de construir muchas de las estaciones de metro, todas ellas caracterizadas por tener ladrillos creo que de terracota, y cuyos interiores fueron decorados con azulejos formando cenefas o el nombre de la estación en cuestión. Es otra forma de recorrer todas las esquinas de la ciudad.

Y por último, seguir con mi busca y captura de los Space Invaders en la ciudad.


No me miréis raro, hay gente que colecciona muñecas, cucharas o sellos del mundo...

domingo, 14 de noviembre de 2010

Blend in

Si vives en Londres en el fondo buscas colar por inglés/a y no por turista. Para ello es necesario hacerse con unos buenos brogues marrones, una bufanda gordita y unos guantes de lana. Todas las tardes, hazte con una copia del Evening Standard y búscate una funda nueva para tu Oyster. Notarás que lo has logrado cuando más de una persona te pregunte por direcciones en la calle, y te sentirás aún más realizada si encima eres capaz de contestar correctamente.

Y es que para poder ser capaz de responder a las preguntas de los transeúntes hay que conocer Londres. Apúntate a todas las actividades gratuitas que haya, visita todos los museos, y pisa absolutamente todas las estaciones de metro disponibles. Me siento realizada tras haber servido de guía a más de 4 ingleses y por haber sido confundida una vez por una dependienta de una tienda. No es mucho, pero significa que voy por buen camino, supongo xD.

Cambio de estación, y aquí tiran cohetes y lo celebran. La pena es que los cohetes aquí no son tan espectaculares como en cualquier pueblo de España. Too bad, pero bueno, no deja de ser una excusa para salir a la calle a pesar del frío y conocer partes nuevas de la ciudad. Como el otro dia, en el primer intento de darle una oportunidad a los fuegos londinenses, acudimos a los de Victoria Park, parada Bethnal Green y de paso conquista de una zona nueva. Era ya de noche y hacía mucho frío, pero llegamos a tiempo para ver algo. Es una pena que duraran tan poco y tuvieran tan poquita intensidad. se echó mucho de menos la traca final que efectivamente anuncia el final del festejo. En este caso no quedó claro cual era el último, ya que la gente, los particulares, siguieron tirando fuegos sueltos, casi de la misma intensidad de los oficiales. Sin embargo, el mejor momento de la noche surgió cuando los espontáneos se pudieron a lanzar al aire preciosísimos farolillos japoneses de papel, que subían lentamente hacia arriba y amenazaban con chocar contra los helicópteros de la policía londinenses, pero al final, mucho más agradables de ver que los escasitos fuegos.





A pesar del festejo con sabor a poco, todavía tenía un as bajo la manga y pensaba que los fuegos del Lord Mayor's Show. Celebración de sábado con "parade" incluida en la zona de Southbank que prometía mucho. Acudimos todos presurosos ayer por la tarde, pero lo que nos esperábamos es que, una vez más, el metro de Londres nos fuera a fallar. Pero era normal, fin de semana en esta ciudad significa que cortamos todas las lineas de metro, descaradamente, hacíendo dificilísimos los traslados por la ciudad. Yo creo que si realmente quieren hacer engineering works, les compensa mucho mas cerrar todas las lineas de metro y no hacer el ridículo habilitando únicamente ciertos tramos medianamente importantes. Tras por lo menos 4 transbordos y haciendo un recorrido de 15 minutos en una hora, llegamos a Waterloo y por supuesto, los fireworks ya habían acabado. La buena noticia es que como en la anterior ocasión, tampoco nos habíamos perdido nada. Así que en su defecto, decidimos hacer un minirecorrido turístico por la orilla del Támesis, y disfrutar del ambientillo post-festejo. Nos esperaba el London Eye iluminado y una preciosa vista de la abadía de Westminster.







El momento OMG del dia llegó cuando cercanos a la hora de merendar española, con un frío de narices y los pies helados, nos encontramos con un puesto de gofres y donuts calentitos, al que no nos pudemos resistir. 5 rosquillas por 3 libras, que al final se convirtieron en 10, y aquello fue la cosa más deliciosa de toda mi estancia en Londres hasta el momento. Calentitas. Tuvimos que huir de allí corriendo para no comprar más y morir de ataque al corazón por exceso de colesterol.

Para quitarnos la pena post azúcar, unas cervecitas en un bar/restaurante texano de Trafalgar Sq, y como el frío seguía siendo inevitable, cogimos la linea 29 hacia casa. Por el camino tomamos la decisión de, de nuevo, quitarnos el frío a base de comida, y en esta ocasión, haciendo una cena 100% latina, con plato estrella de tortilla de patata ultraespañola. Nos bajamos en Seven Sisters y acudimos al Off-licence de confianza para hacernos con provisiones, bueno, más bien ingredientes.

He aquí el resultado:







viernes, 5 de noviembre de 2010

Test Drive

Hace poco aprendí que a pesar de que Internet es una gran fuente de información, no debemos creer todo lo que leemos. No os creais esas historias oscurísimas de que en Londres es imposible abrirse una cuenta bancaria porque es mentira. Es algo que por miedo no hice hasta la semana pasada, pero que si lo se, lo hago antes. Precisamente anoche, me acerqué al Lidl de al lado de mi casa a por provisiones. Tenía una cesta llena de cosas sanas y ricas, pero cuando fui a pagar me dieron la mala noticia de que ninguna de mis tarjetas de crédito / débito españolas funcionaban para pagar. Segundo contratiempo de este tipo que me encuentro desde que soy medio británica. Así que con cara de vergüencita y a la vez molesta, tuve decidir cuáles serían mis artículos de primera necesidad y cuales debía dejar en la tienda en relación con el efectivo que llevaba en el monedero, que como todos sabéis, a penas llevo nunca. ¬¬

Y es que siendo estudiante, la verdad es que todo está saliendo bastante fácil. Me acerqué al Barclays de la esquina de Seven Sisters Road y me ofrecieron dos cuentas. Una aparentemente carente de beneficios y gratis, para clientes internacionales, y una segunda, de cuyo nombre no quiero acordarme, que por 8 libras (!!!!!!) al mes me ofrecían el oro y el moro.

8 x 12 meses = 96 libras al año. No f-ing way.

Seguidamente me acerqué al Lloyd's de Highbury & Islington, y de igual modo, me ofrecieron una cuenta clásica y por tanto básica gratuita y otra llamada Silver, con todo tipo de seguros y promesas, que por estrenarla tan solo me cobrarían 3 libras y a partir del tercer mes serían 7. Nada nada. deme usted la classic, por favor. Me dieron cita para el lunes, y tan solo con una carta de la universidad y mi pasaporte, pude abrir sin problema alguno mi cuenta. A los dos días tenía en mi casa el sobrecito de bienvenida del banco.

En internet he podido leer toda clase de historias para no dormir sobre los documentos necesarios para abrir una cuenta y demás impedimentos imposibles por parte de los banqueros para no querer abrirla. Pero supongo lo obvio, si no tienes ni papa de inglés y no tienes pinta de que vayas a ingresar mucho en tu cuenta, es normal que se pongan tontos.

Así que prueba de introducción a la vida británica número 3, completamente superada.

Quizá la prueba número 4 la podríamos contar con lo ocurrido la semana pasada. Vino un "ingeniero" a reparar uno de los hornos de la casa y tenía que abrirle yo la puerta y explicarle el problema. Problema ninguno, en cuanto a comunicación, superé la prueba sin problemas. Eso si, el horno sigue sin estar reparado.

Todas las semanas ocurre algo emocionante en el metro. Este miércoles había huelga, otra vez. Realmente empezó el martes por la noche y continuó todo el dia siguiente. Entre la huelga, el incómodo viento fuera y que con el nuevo cambio horario aquí empieza a oscurecer a las 4 (!!!!!) decidí que era dia de estar en casa, adecentar un poco bastante mi habitación y aprovechar para socializar con los flatmates.

El resultado: un buen batch de galletas de mantequilla, que prometo que irá mejorando con el tiempo, ya que toda repostería echa en casa ajena siempre resulta un poco violenta. No estuvo mal para ser la primera tanda.




Volviendo al tema oscuro de los bancos, hoy debería recibir mi esperadísima tarjeta de débito inglesa. Por fin podré top-up-ear todo lo que quiera online sin el problema de mis tarjetas españolas.

En cuanto a las clases. Ya está un poco dominado el tema de la orientación entre y dentro de los campus. Las primeras semanas fueron un poco agobiantes. Demasiados edificios, demasiados códigos de las clases y todo demasiado separado. Ahora voy teniendo un poco más claro donde están las cosas y cómo ir por lugares alternativos. Los edificios de esta universidad son curiosos. Hay partes que están renovadas recientemente, muy modernas, con muchos colores, muchas pantallas glossy y por otro lado, te encuentras de vez en cuando pasillos con olor a biblioteca vieja, o baños que parecen sacados de un internado de los años 40. Pero mola. Es una mezcla muy extraña que no se veía en la URJC de Madrid y que le da un puntillo de sorpresa a la estancia universitaria. Es interesante buscar un libro en la biblioteca y descubrir que alguien más lo cogió en los años 80 o 90, cuando yo tendría 3 o 4 años, y levantar un poco la pegatina y comprobar que efectivamente esto era antes la University of North London o la London Guildhall University, y que las páginas están más amarillas que los dientes de un fumador de tabaco negro (xD).


Edificio modernuki, donde están la cafetería, el servicio de estudiantes y demás cosas comunes.


Stapleton House. Donde damos clase de Management.


El Towerbuilding, donde está el Rocket Complex y por detrás, el departamento de polímeros y los laboratorios Old School del primer dia (y espero que no último)

http://www.londonmet.ac.uk/about/history-of-north-campus.cfm

Y los jueves al centro, al edificio de Commercial Road en Aldgate East.


Donde damos la clase de Autocad y donde está nuestra biblioteca. Es de las más pequeñas, pero la más molona en cuanto a libros, ya que justo en ese edificio están todos los estudiantes de diseño, moda, joyería etc, así que la más "creativa", con libros chulos de plásticos y tal.

Por último, el edificio más retirado de todos, y creo que de los más viejos también. Huele a Complutense verdad?




Eso es todo por hoy amigos. Espero poder disfrutar de alguna Bonfire Night.

Feliz Diwali!!!

lunes, 1 de noviembre de 2010

Weekend Residential

El máster va despacio. Tenemos pocas horas de clase a la semana. Sin embargo, justo este fin de semana tuvimos clase 24/7. Weekend Residential. Fin de semana en Cambridge del que no teníamos información alguna, salvo que tendríamos que llevar un portatil, una cámara y un par de cuestionarios rellenos.







Resultó que realmente no íbamos a Camdridge, sino a Cambridgeshire, a un hotel / centro de reunión de ejecutivos, al lado de una carretera, aislados, del que no saldríamos en los tres dias. Robinson Executive Center. Una vez repartidas las habitaciones, individuales para cada uno, con nuestro propio baño (si, nuestro propio baño individual, por fin!!!!) nos llevaron a una de las salas de reuniones para comenzar la larguísima tanda de actividades del dia.




Lo primero, una vez organizados por grupos de trabajo, una larga ronda de Speed Networking, similar al speed dating, donde nos dio tiempo a conocer en 2 minutos a casi 20 compañeros nuevos, lo justo para saber los nombres, de dónde eran y qué estaban estudiando en la London Met. Fue gracioso conocer a tanta gente de golpe, intentando enterarme de sus nombres con semejante barullo y ruido, pero al fin y al cabo era una forma de empezar a conocer a los 50 que debimos asistir a este fin de semana de Management.

La siguiente actividad, de nuevo, organizarnos por grupos y lograr ponernos de acuerdo en un badge que nos identificara como grupo con nuestro nombre. Primera tarea en equipo. Primera tarea en la que debíamos trabajar en equipo manejar bien el tiempo.





La segunda tarea ya no nos hizo tanta gracia. Business game. Consistía en saber manejar una empresa ficticia, cuyo negocio era un producto tipo Aquarius llamado Natufit, que se vendía en UK, EU y USA y del cual deberíamos obtener los mayores beneficios manejando todo lo que se pueda manejar de una empresa. Nos dieron una situación inicial, un manual de juego y los primeros datos de la empresa tal cual la habíamos "comprado". Herzberg, nuestro equipo, nos miramos los unos a los otros pensando que realmente había sido un error llevanos a semejante actividad. "Nosotros somos diseñadores, no accountants". Tras leer 15 veces la introducción y la situación actual, decidimos dejar los precios del producto y variar valores del transporte, con la mano un poco temblando.

Tras el shock inicial, después de haber entregado dudosos el papel del estado de nuestra empresa, nos llevaron a cenar al restaurante del hotel, donde de nuevo tuvimos la oportunidad de mezclarnos con otro de los grupos y hacer más networking.



Tras la cena nos esperaba más sorpresa. Parte 2 del Business Game, igual de perdidos que antes y además, a la vez, diseñar un nuevo Packaging del producto. Para ello nos asignaron unas "syndicate room", y nos pusimos manos a la obra. Y aquí fue cuando tuvimos nuestro primer contacto con Mr "Sweet" un amable (mentira) profesor supongo que de Management o de Accounting que nos vino a echar medio la bronca a nuestra sala por la mala decisión que habíamos tomado en la primera ronda de juego. Más o menos nos explicó cómo había que jugar. Pero bueno, realmente quienes lo pillaron de verdad fueron los compis indios, así que los latinos nos pusimos manos a la obra con lo creativo. Y así pasó, que conseguimos gestionar las dos tareas a tiempo con perfectos resultados, tanto económicos como de diseño, como se puede ver ^_^






Fin del dia, relax, y ronda de sofá y a hacer más networking relajado a nuestro estilo, pero hasta las 2 de la mañana. Mala decisión.

Nuevo dia, a las 9:30 desayunados y paparados para los nuevos desafío, nos esperaban friki juegos en el exterior, como pasar a través de una tela de araña sin tocar las cuerdas, o una especie de puzzle con arañas peludas y nuestros propios cuerpos. Más rondas del Business Game, una conferencia ficticia con África (un supuesto broadcasting en la radio para defender nuestra compañía y nuestro producto, juegos de describir a nuestro equipo etc. De nuevo comida, de nuevo patatas, aquí lo sirven todo con patatas. Patatas fritas, patata asada, puré de patatas, sopa de patatas...

Después del enorme meal, sin derecho a siestas y con el quinto café del dia para poder sobrevivir, continuamos con las actividades extrañas, mientras nos comunicaban que éramos los terceros mejores en el juego del negocio. Tras cenar a las 7 y media, nos esperaba una "disco" que empezaba mal porque eran todo los peores "temazos" de los 80. Según pasaba la noche la cosa mejoró ligeramente y los profesores ya le daban un poco más al alcohol. Nada destacable. A las 12 había terminado todo.








El domingo comenzamos el dia algo mejor. Con media hora más de sueño, de nuevo, nueva entrega del juego de los negocios y esta vez, había que inventarse una canción y un baile para representarlo y que todos nos riéramos de todos en el escenario.

We are monomers, we are polymers (x2)
We are inventors, we are discoverers
We are creative, we are (no me acuerdo)
Herzberg, herzberg, Herzberg, herzberg
WOOOO

En fin, mañanita de risas y luego de exteriores traido de vuelta a los interiores para no mojarnos. En grupos de dos equipos, teníamo que organizar un sistema de tuberías para mover una pelota de tenis hasta un cubo con ciertas condiciones y restricciones. Por supuesto, prueba superada.

Tras la comida nos esperaba por fin el uso del ordenador y la cámara. Teníamos que preparar un anuncio de una nueva variante de nuestro Natufit, el cual debíamos grabar en exteriores (estaba empezando a llover) y montar el video con música en menos de media hora.

Después del visionado, premios para todos y vuelta a casa.


Fin de semana intensito, pero divertido.