viernes, 1 de octubre de 2010

Starway to Astor

Jamás diría que me fuera a acostumbrar tan rápido a vivir en un hostal. Os escribo a las 11:11 de la mañana, con el pijama todavía puesto, sentada en el sofá del lobby, pero no me importa y nadie me dice nada :D

Tuve que tomar esta decisión, la de vivir en un hostal, como bien sabéis, pocos dias antes de partir a estas tierras frias, porque todos los Halls of Residence estaban hasta arriba o me costaban dos riñones de oro al mes. Antes la imposibilidad de apalabrar un piso desde Madrid, me vi decidida a tomar la opción de un Hostal, del tipo que fuera. Recuerdo un par de dias tensos, viendo como o bien estaba todo lleno, o sólo había habitaciones los dias sueltos, o las críticas de esos hostales/hoteles en Trip Advisor eran peores que ver una peli de serie Z, a las 3 de la tarde en Antena 3: PURO TERROR, y del malo.

Así que di mi brazo a torcer, y encontré dos albergues de juventud que tenían bastante buena pinta, sobretodo por el precio que debía pagar. No me hacía gracia compartir habitación con 6 chicas extrañas, incluído el baño, pero no había otra.

La llegada el dia 28 fue bastante Legen-dary. Hay que decir que el Gatwick Express es una (cara) maravilla que te pone en el centro de la ciudad en 30 rapidísimos segundos. Una vez me encontré en Victoria Station, traté de localizar la salida a la calle que tanto me tenía estudiada desde Google Maps. Bendito sea. Hubo un punto en el que sufrí por pensar que estaba yendo en dirección contraria con 20 kilos de maleta y otros 10 en la espalda (y la horrible humedad londinenses a la que todavía no estoy acostumbrada). Afortunadamente, desde que estuve en Las Vegas y me acostumbré a localizar Tropicana Ave con The Strip, mi geolocalización mental se ha desarollado espectacularmente, de forma que ahora me puedes dejar en Victoria Station, cerca de Ecclestone St y puedo localizar el albergue de forma intuitiva, incluso en la noche más profunda.

A pesar de que la distancia aproximada estación-albergue era de aproximadamente de 500 metros, ya no se si por la emoción, la humedad o el cansancio, aquello me pareció medio camino de Santiago, y el estado en el que llegué al Hotel fue bastante lamentable.

El check-in fue un poco accidentado por ligeros problemas de “hardware” del hotel, pero en media hora aproximadamente ya tenía la llave. “My precious”. La llavecita del demonio, con 10 pounds de depósito, que no me la quito ni pa mear xD.

Darling, your room is on the forth floor. Ja.



OMG. 6 empinadísimos medios pisos por los cuales vi luz blanca, vi mi muerte cerca, y rezaba para que nadie se cruzara conmigo. Me aferraba a la barandilla para compensar las fuerzas gravitatorias sobre mi enorme maleta de 20 kilos, y a su vez, el peso de la maleta desplazaba mi centro de gravedad tratando de provocar un inevitable efecto dominó, de caida al vacío por la empinadísima escalera. Pero llegué. Sudando, pero llegué.

Casi cuartucho, pero habitable, ahí estaban las tres literas rojas, y justo una cama vacía en una de las de abajo, que casi tenía mi nombre. Cuando fui a depositar mis pesadas pertenencias sobre ellas fue cuando “chini” se abalanzó sobre mi para bromear, creo, sobre que ella quería esa cama, pero en ese momento me lo tomé como amenaza y me dio un poco de miedo. Pero bueno, estaba tan cansada que pasé un poco de ella y me bajé abajo a dar señales de vida a mis seres queridos y descansar las piernas y espalda.

Sobre las 11:30 de la noche, decidí que ya era hora de subir. Efectivamente. La habitación estaba a oscuras y tuve que irme a dormir prácticamente con la ropa puesta, para no montar mucho ruido.

Después de 3 dias aquí, creo que puedo decir que me encuentro como en casa. Ir descalzo o en pijama es el dress-code de este albergue. Se desayuna de 8 a 10, y todos fregamos nuestros platitos después de comer. Tenemos cocina con horno, fuego, microondas y demás cacharros para que podamos comer literalmente lo que nos de la gana. Me animaría a hacer una tortilla pero tengo que liarla un poco parda (aunque no descarto hacer una de papas de bolsa).

Hay bastante buen rollo, gente de todas partes, de todos los paises, bastante español, incluso entre el staff y la verdad es que si te gusta hablar y no tienes vergüenza alguna, puedes hacer miles de amigos en un dia. Y sino que os lo diga la chini.

A todo esto, voy a seguir con mi búsqueda de pisos. Me encanta el barrio que está al rededor de la universidad.

Por cierto, la española sonámbula-espasmosa se ha portado bien esta noche.

A lo mejor estaba borracha o_O

Take care!

3 comentarios:

  1. Pequeña me encanta leerte y saber que estas bien, y poco a poco te vas acostumbrando a aquellas frías y húmedas tierras...pero no te acomodes demasiado porque te queremos de vuelta eh??

    Un besito!!!

    ResponderEliminar
  2. Se te adivina radiante, tal como si estuvieras 'diseñada' para esa ciudad húmeda, (pero sin smug).
    Vívela (y estudia). Besos

    ResponderEliminar